Días atrás RH1 visitó las instalaciones de lo que fue la escuela Belisario Roldán de Campo Caprivi, a unos 8 kilómetros al oeste de la localidad de Punta del Agua. Como ya lo dijimos en reiteradas oportunidades, prácticamente no quedan escuelas de campo en esta zona por el éxodo rural al ritmo de los cambios de los sistemas de explotación agropecuaria de, por lo menos, los últimos 30 años. “Fue la primera escuela rural grande que cerró sus puertas. Fue un gran impacto”, expresó el sábado en diálogo con LA RADIO, Rosana Aiassa, la última directora que tuvo la escuela y que está radicada y trabajando en General Deheza. El cierre se dio en abril de 2012 cuando ya una gran comunidad cercana a la vida de la escuela se preparaba para celebrar en septiembre los 50 años de la institución. Hoy las instalaciones tanto del establecimiento educacional como del salón en el que hacían -al igual que en muchas otras escuelas- los tradicionales almuerzos, están intactas. Lo mismo la capilla de la Virgen del Rosario que ocupa uno de los frentes laterales del gran predio que está totalmente circunscripto por alambrado. “No se puede terminar de digerir el cierre y es por eso que se sigue trabajando manteniendo el lugar. Hasta alarmas colocadas hay en el interior”, agregó la docente quien no puede evitar que su voz se quiebre al hablar de toda una cultura que el paso del tiempo se llevó puesta. Ojalá en algún momento, tal como se gestiona en la escuela Roque Sáenz Peña de Campo Bara, se les de a esos edificios un destino útil que los preserve y los mantenga aunque más no sea como testigos de un tiempo que fue y en el que mucha gente trabajó para lograr que la educación en el medio del campo fuera una realidad cuando mandar los niños a la escuela parecía una utopía. EN AUDIOS, LA ENTREVISTA.