EL PREMIO A LA TRAYECTORIA DEPORTIVA FUE PARA MAURICIO BRIGNONE, MÁS PRESENTE QUE NUNCA
A los 8 años comenzó a practicar básquet, obviamente en Centro Recreativo. Al principio, según sus propias palabras, no le gustaba mucho y hasta le esquivaba ir a las prácticas, pero ahí aparecía su mamá, que con enorme paciencia y mayor insistencia, logró que naciera esa pasión por la naranja. Pasó por todas las categorías formativas del club y paralelamente empezó a ser convocado por la selección de la Liga Riotercerense, desde infantiles hasta juveniles. Uno de los primeros logros importantes llegó en un Torneo Provincial de selecciones, disputado en nuestra ciudad en 1.987, donde fueron Subcampeones. El 1° de abril de 1.991 llega a Atenas de Córdoba, a juveniles, y participan ese año del provincial. Lo ayudaba en sus entrenamientos el mejor base del país, un tal Marcelo Milanesio. En 1.992 llega a Banco Córdoba para jugar Liga Nacional, donde jugaban otros monstruos de esa gran generación como Pichi Campana, Germán Filiol o Diego Osela. Luego regresa a la Liga Cordobesa y juega en Macabi, se va a Buenos Aires y juega en la Liga de Adultos Metropolitana para Hebraica y GEBA por varios años. Regresa a nuestra ciudad y allá por 2.017 se convierte en Presidente de esa institución que lo vio nacer deportivamente, Centro Recreativo. También se sumó a la Asociación Riotercerense de Básquet para volcar todo su conocimiento de tantos años recorridos y aprendidos. Esa enseñanza la pudimos ver muchas veces en los consejos que le brindaba a un montón de pibes, pero en especial a uno, a su hijo Lucio que, al igual que su viejo, ya está en Córdoba para empezar a contar él también su propia historia. Mauricio este año nos dejó; pero nos dejó físicamente porque espiritualmente va a estar siempre picando la pelota en el parque del estadio Marcelo Milanesio de Centro Recreativo.
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