El sábado, aunque fresco, se presentaba lindo para motear un
poco. Abrigo, mate, tipo 9.15 decidimos hacer un recorrido distinto para salir
de la tradicional escapada a las sierras aunque volvimos por ellas. En este
caso el planteo fue diferente: partimos hacia Alta Gracia tomando la ruta 6
hacia Río Tercero –ojo con los arreglos que
están haciendo desde Tancacha con muchos desvíos- y en la rotonda de
acceso este elegimos la vía por Corralito, Despeñaderos y de ahí la autovía 36
hasta el Cruce de Alta Gracia.
ALTA GRACIA
La ciudad del Tajamar este sábado a la mañana estaba soleada
y muy movidita. Caminamos por la feria ubicada frente a la plaza, hicimos algo
de centro y comimos frente al histórico lago de los jesuitas: sorrentinos
cuatro quesos más gaseosa, todo por $6100 cada uno. Pasadito el mediodía
decidimos visitar la gruta de la Virgen de Lourdes que estaba tranquila, con
poca gente, lo que permitía respirar mucha paz. De ahí pusimos rumbo a Potrero
de Garay.
POTRERO DE GARAY
Pasamos por Los Aromos, La Bolsa, La Serranita y tantos
otros pequeños pueblos con sus balnearios de sierras que, en esta época, tienen
en común la poca cantidad de agua. En la Serranita tomamos la nueva autovía y
en lugar de ir hacia Dique Los Molinos metimos la trompa con sentido a Los
Reartes para pasar, primero por Potrero de Garay que es la costa del lago exactamente
del otro lado del dique Los Molinos. Es una vista que en lo personal no había
hecho nunca. Recorrimos unos caminitos y terminamos a la orilla del lago
rodeados de ovejas y llamas con la vista del agua, de las aves del lugar y un
gran desarrollo inmobiliario que se puede ver en esa costa y en la del frente.
Aunque uno prefiera el río no puede dejar de admirar esos paisajes y respirar
la paz del lugar.
VILLA GENERAL BELGRANO
Dejamos el lago y seguimos hacia Villa General Belgrano;
para eso no nos volvimos a la ruta principal sino que hicimos el enlace que se
está pavimentando en este momento que une Potrero con la Ruta 5. Es
perfectamente transitable como si fuera asfaltado. Hay mucha obra vial en esa
zona acorde a la cantidad de tránsito que se mueve todo el año pero especialmente
en verano.
Llegamos a la Capital de la Cerveza y ya es un destino más
conocido. Como siempre, lleno de gente caminando y disfrutando tanto de los
comercios como de las delicias típicas a pesar de que no había este finde
ninguna de las fiestas que propone la “Reina de Calamuchita” a lo largo de todo
el año. A propósito hay promoción de una porción de torta a elección más té a
$7000, monedas más monedas menos lo mismo en cualquiera de los muchos comercios
desparramados en el centro. Nobleza obliga, hay que decir que Villa General
Belgrano se va transformando cada vez más en un destino turístico para gente de
más poder adquisitivo. Prueba de ello son los comercios que cada vez ofrecen
productos de más alta calidad, también la gastronomía y los alojamientos que
proliferan con cada vez mayor cantidad de obras. De todas formas se puede
disfrutar de algunas promociones y caminar por uno de los lugares más
renombrados en el país cuando se refieren a las sierras cordobesas sin que eso
discrimine o te cueste un solo peso.
LA RUTA 5 Y LA IMPRUDENCIA DE DESAFIAR LOS LÍMITES
La vuelta la hicimos por el obligado camino de la ruta 5 pasando
por Santa Rosa, Villa Rumipal, Villa del Dique y Embalse. No nos detuvimos,
hicimos el tramo director por ruta sin ingresar, pero pudimos ver que en el
paredón de Embalse había mucha gente disfrutando de esas postales que deja el
lago a pesar de que también, al igual que el de Los Molinos, presenta poca agua
y eso trae algunos problemas de algas y por ende de aromas que no son de lo
mejor al momento de pasear. Esa ruta es preciosa por los paisajes y un goce para
quienes gustamos de manejar.
Un dato no menor es el peligro de las motos pisteras que
juegan a correr entre medio de los autos y las curvas a alta velocidad y sin
respetar nada de nada. Lo peor de esto es que entre Santa Rosa y Embalse pasan
al menos dos puestos fijos de Caminera sin que nadie les diga nada, o por lo
menos eso fue lo que pasó el sábado. Después de su loca carrera los volvimos a
encontrar agrupados en Río Tercero. Te pueden gustar las motos pero las
carreras y los desafíos son otra cosa, son para otros lugares porque no sólo se
pone en riesgo la propia vida sino la de los demás.
ALMAFUERTE: LA COSTANERA DEL PIEDRAS MORAS
Llegando a Almafuerte tomamos el clásico desvío de la
estación de servicios para evitar la ciudad pero en lugar de hacer la última
curva larga que te lleva a la Ruta 6 decidimos seguir derecho y tomar el camino
de la costanera del Piedras Moras. Está totalmente pavimentado y permite que te
encuentres con muy lindos paisajes y lugares que están siendo bien aprovechamos
por Almafuerte que si bien está en el departamento Tercero Arriba es la puerta
de entrada al valle de Calamuchita. Bien por la visión de esa comunidad. El
lago –que no permite embarcaciones a motor- tenía más caudal que los otros dos
y había concentrado mucha gente por lo lindo del día sábado.
ATARDECER Y LLEGADA
Llegando a Río Tercero vimos la bola de fuego del sol
cayendo que fue un agregado muy lindo a todo el camino recorrido. Así cruzamos
el pórtico oeste de Hernando a las 19.05 con la penumbra ya ocupando el cielo.
Fueron unos 360 kilómetros que nos permitieron unir dos valles, tres
departamentos, tres lagos y un montón de ríos que forman parte de nuestra
belleza cotidiana que se puede recorrer en un solo día. Hasta la próxima!!!